
Esta es la hermosa historia real de una joven con mucha afición a la moda textil y sueña con ir a París… para el día de su cumpleaños, su tía-madrina decidió regalarle una preciosa blusa de París que anteriormente había pertenecido a la abuela, y así pasaría a la tercera generación.
Pero para hacer el regalo más atractivo deciden embalar la prenda en una caja de madera grabada con la Torre Eiffel de París y unos corazones.
Actualmente esta es la caja del costurero de la joven.

